baño de leche y lavanda
La leche y la piel han ido siempre de la mano a lo largo de la historia. Como muestra, los famosos baños de leche de burra de Cleopatra que según cuenta la historia le ayudaban a mantener su piel joven y tersa, aunque sigo convencido de que por aquel entonces ya disponía de un neceser repleto con los productos de Chanel y Estée Lauder de la época. Coqueta que era ella.
En la actualidad, los principios activos de la leche los podemos encontrar en jabones, geles y cremas ya que ayuda a suavizar e hidratar la piel y estimula la producción de colágeno.
Pero no sólo ayudamos a nuestra piel utilizando productos que tengán leche como uno de sus principios activos.
Ingiriéndola también estamos ayudando a nuestra piel, ya que contiene:
Vitamina A: que ayuda a mantener nuestra piel tersa y nutrida, Aminoácidos esenciales: para una buena salud tanto de las uñas como del cabello. Ácido láctico: un elemento básico para la hidratación de la piel ya que ayuda a retener la humedad de la piel y a suavizarla. Como ya vimos en el post sobre los AHA, puede ser utilizado de manera particular como exfoliante, pero debemos tener cuidado de no utilizarlo durante el verano, ya que el ácido láctico baja las defensas de la piel ante los rayos UV.